Frente a los últimos acontecimientos respecto al movimiento estudiantil, donde se nos ha sugerido bajarnos de la Toma acorde a un PROTOCOLO DE ACUERDO; se ha decidido no bajar los brazos frente a este problema social. Es por esto, que las medidas más próximas frente al accionar de los estudiantes, es volver a abrir el liceo a la comunidad pero para realizarse una actividad reflexiva sobre el momento crítico que se vive en el sistema educacional chileno, para hacerle creer a los ilusos que nuestra actividad es real y no un juego de niños.
Cabe decir, que esto no es sinónimo de pérdida, ni que hemos decaído en nuestro planteamiento. De aquí en adelante, la ciudadanía se verá bombardeada por información y expansión de lo que estamos luchando. Estamos peleando por un real cambio en la educación pública chilena. No es posible que, siendo el derecho básico de una sociedad; la Educación se mercantilice y se privatice en una postura totalmente capitalista. Estamos claros que siempre va a existir la educación privada, en eso no hay duda. Pero ¿Cómo es posible que en los estándares de evaluación los Colegios privados siempre ganen en resultados a los públicos? ¿Cómo es posible que, hablando de una educación permanente; no se les de la oportunidad de poder seguir sus estudios en una buena universidad estatal solo por no poder pagar? ¿Cómo es posible que la educación PÚBLICA se privatice y con el aval del estado, siendo este el que malgasta y desaprovecha los recursos de la nación?
Hemos querido ser nuestro propio medio de información. Los medios de prensa están siendo nuestro peor enemigo (aparte del gobierno) ya que han tergiversado todo intento de difusión de información en los que hemos querido hacer uso de su “gancho mediático”. Es por esto, que autogestionaremos nuestra propia propagación. En este sentido, todo tiene que partir por casa, por lo que se han formado comisiones de información para poner al tanto de todo lo que ha pasado, todo lo que haremos y todo lo injusto que encontramos.
Es por esto que no podemos seguir aceptando estas injusticias y estas irresponsabilidades al momento de evaluar en que estamos fallando. Entonces, hemos decidido ser nosotros los participantes fundamentales en este cambio radical de la educación pública. La ciudadanía no puede ser conformista y tampoco individualista, al prestarse para dobles interpretaciones, ni fundarse un miedo irracional al momento de hablar de un cambio de proceso. La gente no puede dejar de lado este movimiento.
Son a ustedes los que tenemos que apuntar nuestro accionar para motivar a un funcionar conjunto y directo. Es decir, es a la gente común y corriente; la que no es autoridad, la que no abusa de la política, la que no nos engaña, ni a la que tiene discursos ambiguos frente a nosotros; es a la que tenemos que apuntar para que este movimiento encuentre la fuerza necesaria para actuar en contra de un gobierno irresponsable y poco representativo. Somos esa gente común y corriente la que tiene el poder del cambio, somos esa gente común y corriente los que tenemos el poder en nuestras manos para hacer de esta educación esa utopía realizable, fundada en nuestros ideales y convicciones. Si esto es verdadero, la insurrección de la gente común nos llevará a la respuestas finales y a la meta de esta educación de calidad, gratuita y permanente.
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